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Maíces de baja estatura: una nueva forma de cultivar maíz

El maíz es uno de los cultivos más importantes a nivel global, y ha experimentado avances significativos en las últimas décadas gracias a los programas de mejoramiento. Una de las innovaciones recientes más destacadas surge a partir del desarrollo de maíces de baja estatura, una nueva genética que promete revolucionar la forma en que se cultiva este cereal. 

Los maíces de baja estatura tienen una altura un 30 a 40% menor que los maíces convencionales, y a su vez, una marcada reducción en la altura de inserción de la espiga, la inflorescencia femenina que porta los granos. Esto les confiere una serie de ventajas, entre las cuales se destaca la reducción de pérdidas de productividad asociadas a una mayor resistencia al vuelco y quebrado de los tallos.

La tecnología de maíces de baja estatura ha demostrado ser efectiva al proteger contra los daños ocasionados por fuertes vientos y tormentas (1). Esto es especialmente importante, ya que a futuro se espera que se incremente la frecuencia de eventos climáticos extremos como consecuencia del cambio climático (2). Asimismo, otorga una ventaja a condiciones de producción predisponentes al quiebre de los tallos, como en el caso del uso de fechas de siembra tardías. En estos ambientes, el llenado de los granos ocurre en condiciones de baja radiación y temperatura, lo que lleva al cultivo a hacer un mayor uso de las reservas acumuladas en los tallos, debilitándolos y volviéndolos más propensos al quebrado (3). Esta situación puede volverse aún más crítica en planteos de alta densidad de plantas.

Otra ventaja de los maíces de baja estatura es la mayor accesibilidad con equipos terrestres para labores de protección y nutrición del cultivo, debido a la menor altura del canopeo. Esto permite hacer aplicaciones más eficientes y oportunas, y en consecuencia reducir el impacto sobre el medio ambiente.

Hace más de 10 años, Bayer comenzó con el plan de lanzar al mercado de México híbridos de maíz de baja estatura, y actualmente está extendiendo esta tecnología a diversas partes del mundo. En el caso de México, el germoplasma de baja estatura se obtuvo mediante el mejoramiento tradicional, a partir de cruzamientos. Este es el caso de la tecnología Vitala. Sin embargo, esa no es la única forma de desarrollar este germoplasma. Otros programas de mejoramiento utilizan además técnicas de biotecnología, como transgénesis o edición génica, para la producción de los híbridos de baja estatura. 

En conclusión, los híbridos de maíz de baja estatura representan una innovación clave en la agricultura global enmarcada en un contexto de cambio climático, gracias tanto a la reducción en las pérdidas de productividad, como al uso más eficiente de insumos.

Bibliografía

Barten, T. J., Kosola, K. R., Dohleman, F. G., Eller, M., Brzostowski, L., Mueller, S., … & Gillespie, K. (2022). Short‐stature maize reduced wind damage during the 2020 midwestern derecho, improving yields and greenhouse gas outcomes. Crop Science, 62(6), 2439-2450. https://doi.org/10.1002/csc2.20823

Goddard, S. D., Genton, M. G., Hering, A. S., & Sain, S. R. (2015). Evaluating the impacts of climate change on diurnal wind power cycles using multiple regional climate models. Environmetrics, 26(3), 192-201. https://doi.org/10.1002/env.2329

Amas, J. I., Fernandez, J. A., Curin, F., Cirilo, A. G., Ciampitti, I. A., & Otegui, M. E. (2022). Maize genetic progress in the central Pampas of Argentina: effects of contrasting sowing dates. Field Crops Research, 281, 108492. https://doi.org/10.1016/j.fcr.2022.108492

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